«The Carmen Time Machine»

Hundreds of years ago…

In a place called Valladolid…

¡Soy de Pucela!

Como el Pisuerga, el Conde Ansúrez y los pavos reales del Campo Grande. Soy de Pucela, la ciudad con la facultad de Medicina más antigua de España. La ciudad donde vino a morir Colón y donde Cervantes y Quevedo escribieron varias de sus obras. Soy de Pucela. Como Concha Velasco, como Lola Herrera y los Celtas Cortos. Como Miguel Delibes. Como Manu Carreño, Rosa Chacel y Felipe II. Como el búho de Auvasa. Soy de Pucela como el Esgueva y los bailes en La Pérgola. Y como La Rondilla, Las Delicias, La Victoria y Huerta del Rey.

Soy de Pucela como la Seminci, como San Pedro Regalado y como el mejor museo de escultura policromada del mundo. Soy de Pucela, la ciudad con una Fuente Dorada, una Fuente Amarga y una fuente con vuvucela a la que llaman la Fuente de la Fama. Soy de Pucela, la ciudad de la Fasa, de San Pablo y de una catedral que nunca se terminó. La ciudad con El Norte de Castilla, el periódico más antiguo de España. Soy de Pucela, como Patricia Conde e Inés Sastre. Como Parquesol, Parque Alameda y los Pajarillos. Yo soy de Pucela. Capital del reino en el siglo XVII y del pincho en el XXI. Una ciudad sin mar pero con playa (Las Moreras) y con la mejor Semana Santa del mundo.

Soy de Pucela como el violeta del Real Valladolid y el rojo de la Plaza Mayor. Como el Paseo de Zorrilla y la estación del Norte. Como el Tragaldabas y la Tía Melitona.

Sí, yo soy de Pucela.

Grabado de Valladolid realizado en 1574 por Braun y Hogenberg

Dentro de nuestra maravillosa ciudad, se encuentra el Barrio de Las Delicias, el cual nace a comienzos del siglo XX dentro de la capital vallisoletana. Es el primer barrio que se ubica en el cinturón exterior de las vías del tren, por lo que los nuevos vecinos de Las Delicias, ocuparon tierras de labor de forma ilegal.

Parque de Canterac

El barrio creció con vecinos provenientes de las zonas rurales castellanas, alimentando el éxodo rural de la época. Aquellos nuevos vecinos de Las Delicias, siguieron construyendo sus casas molineras en las tierras de labranza, originando conflictos con el Ayuntamiento de Valladolid. Tras largas negociaciones, los vecinos de Las Delicias, fueron reconocidos como ciudadanos vallisoletanos. Esos nuevos vecinos, rápidamente encontraron trabajo en los talleres de Renfe, que acababan de construirse en el barrio.

Las Delicias, fue el primer barrio al otro lado del cinturón que formaban las vías del tren en la capital del Pisuerga. Esto, desde el principio, fue un problema para los vecinos que día tras día se veían obligados a cruzar las vías para pasar al otro lado de la ciudad. Tras numerosas muertes por atropellamiento en las vías, el Ayuntamiento accedió a crear en los años 50, dos túneles que dieran paso a vehículos y peatones, sin necesidad de jugarse la vida en la vía del tren.

Fue a partir de ese momento, cuando el barrio comenzó su crecimiento más importante. Gente proveniente de las zonas rurales de las provincias de Segovia, Zamora, Palencia, León y la propia Valladolid. Durante los años 50 y 60, la masiva llegada de población de las zonas rurales, hizo que una necesidad de vivienda urgente, obligara al Ayuntamiento de Valladolid a facilitar las condiciones de construcción en el barrio.

Algo que aprovecharon las constructoras, que rápidamente ocuparon el terreno y construyeron un gran número de viviendas, entre las que se encuentran, las viviendas sociales del complejo de “Las Viudas”, viviendas construidas por el gobierno franquista para las viudas de la Guerra Civil Española.

Muchos de los vecinos, encontraron trabajo en la factoría de Renault en Valladolid, más conocida como FASA.

Poblado de FASA RENAULT

¿Eso era el Rosina? ¿Y el edificio de secundaria?

En 1934, comienzan su andadura las escuelas parroquiales del Ave María, fundadas por Mariano Miguel López, quien durante casi cinco decenios fue párroco de la iglesia del Carmen.

Nos han robado los despachos parroquiales

Esas escuelas recibieron desde 1943 el fuerte apoyo de la hermandad ferroviaria de la Sagrada Familia. Sus aulas estaban ubicadas en los locales del Colegio del Carmen, que ahora ocupan la sala de tecnología y el despacho de padres y madres.

Ole, ole, ole

En torno a 1956 nace en Las Delicias una nueva estructura educativa para asumir la enseñanza de una creciente población infantil y juvenil en las ciudades por el éxodo rural.

La famosa gimnasia ¿Se parece algo a la que hay ahora?

¿Donde está el Polideportivo?

En 1963 comenzarán a funcionar las nuevas secciones filiales del barrio. La número 3 del Zorrilla (más tarde San Juan de Avila, para chicos) y la número 2 del Núñez de Arce (Nuestra Señora del Carmen, para chicas).

Más gimnasia

Ambas instituciones estaban ubicadas en torno a la Parroquia del Carmen, en el corazón de Las Delicias, cuya iglesia se incendió dos veces en 1336 y se volvió a terminar en 1949 con donaciones populares y de ministros como Girón. Dependían de un instituto, pero eran varias las entidades colaboradoras, el 86% fueron promovidas por instituciones de la iglesia, las que aportaban recursos humanos, financiación, edificios, mobiliario y organización. La creación de estas secciones filiales se bloqueó en 1975 y en 1975 pasaron a llamarse Centros Homologados.

La famosa tapia de la que tanto hemos oído hablar
En los años anteriores a 1.988, conviven en la misma manzana tres colegios, hijos de una misma raíz, el Arzobispado de Valladolid, pero con diferentes aulas, profesores, alumnos e incluso con un hermoso MURO, parecido al de Berlín, pero con un gran mapa, que alejaba sus realidades y facilitaba la separación física de los mismos.

Y, ante el posible desastre en forma de cierre de los tres Colegios, se acaba imponiendo el sentido común. La solución viene dada por un refrán muy sencillo: LA UNIÓN HACE LA FUERZA. Los tres directores nuevos en el cargo deciden iniciar un proceso complicado de fusión, por la gran cantidad de detalles que deben valorarse. Benigno (Ave María), Remigio (San Juan de Ávila) y Pepe (Nuestra Señora del Carmen) son los encargados de dar ese paso. Y todo ello con el necesario respaldo del Arzobispado y la Inspección Educativa.
Ese mismo año se formaron grupos reuniendo a todos los alumnos de los tres Colegios, y se distribuyó el trabajo entre todos los profesores que antes estaban separados, reorganizado los espacios y poniendo la pequeña semilla de todo lo que somos en este momento. Atrás quedaban tiempos duros con dudas sobre nuestra supervivencia, pero que dieron lugar a nuestro avance en todos los campos: de convivencia, de formación, de modernidad y de respeto ambiental.

¿Qué son esas manchas que había debajo de todas las ventanas?

Colegio Nuestra Señora del Carmen de Valladolid.

En sus momentos buenos el Centro llego a tener más de 2000 escolares, sólo un poco por detrás del colegio San José en toda la provincia de Valladolid.

Y en los últimos meses hemos intentado ampliar nuestra oferta a los más pequeños, construyendo un edificio para alumnos de 0 a 3 años.

En la última década, en el Colegio Ntra. Sra. del Carmen hemos intentando concienciar a nuestros alumnos sobre el cuidado y la conservación del medioambiente en nuestro entorno y en el uso responsable de los recursos naturales. Para ello, y para tener una mejor organización de las distintas actividades, nos certificamos en un Sistema de Gestión Ambiental siguiendo la Norma Europea llamada ISO14001: 2004. Esta norma nos impone una serie de medidas ambientales de obligado cumplimiento. Está diseñada para conseguir un equilibrio entre el mantenimiento de la rentabilidad y la reducción de los impactos en el medioambiente.

Llegar a esta Certificación, es una empresa en la que debemos estar involucrados toda la Comunidad Educativa del Colegio: desde la dirección, profesorado y personal de administración y servicios del Centro hasta nuestras familias, poniendo especial atención en nuestros actores principales, que son los alumnos. Pero también debemos implicar a toda nuestra sociedad, que al final es la que recibirá los beneficios de una adecuada gestión ambiental.

Para obtener esta certificación debemos remontarnos varios años atrás. Es en 1996 cuando salen unas subvenciones de la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León destinadas a entidades locales para la realización de campañas de sensibilización e información, incluidas en actividades de protección medioambiental. A partir de estas subvenciones, la Junta de Castilla y León firma un convenio con entidades locales de más de 20.000 habitantes para programas de Educación Ambiental. El Ayuntamiento de Valladolid propone una serie de actividades de Educación Ambiental en Centros Escolares a través del CFIE (Centro de Formación e Innovación Educativa). En el curso escolar 2001/2002 toman conciencia que, aunque existían multitud de actividades ambientales realizadas en los Centros, no había una interconexión entre ellos, por lo que ponen en marcha un curso anual de formación a centros educativos sobre Sistemas de Gestión Ambiental. Visto el éxito de la convocatoria, durante el curso escolar 2002/2003 publican otra convocatoria más específica, de un curso anual para la implantación de un Sistema de Gestión Ambiental en Centros Escolares.

Pero no es hasta el curso 2003/2004, cuando nosotros entramos en escena. En el Colegio intentamos implantar directamente, sin haber realizado las acciones formativas previas, el Sistema de Gestión Ambiental junto con otros tres colegios escolares de Valladolid con modalidades formativas distintas. Para ello, formamos un Comité Ambiental, responsable de llevar a cabo la implantación de este Sistema, de forma que cubrieran los distintos niveles del Centro.

Inicialmente realizamos un diagnostico del Centro a través del Ayuntamiento de Valladolid, donde pudimos obtener el grado de cumplimiento y adecuación a los requisitos legislativos y reglamentarios de aplicación, la identificación de los aspectos e impactos medioambientales asociados a las actividades desarrolladas, un análisis de las prácticas y procedimientos ambientales existentes en la actualidad y, finalmente, una valoración de anteriores incidentes y posibles casos de no conformidad.

Mientras realizábamos este diagnóstico, los coordinadores de los tres Centros recibimos un curso de formación específico en implantación de Sistemas de Gestión Ambiental a través del CFIE. Elaboramos la Política Ambiental, el Manual de Calidad y los distintos Procedimientos y Formatos pedidos por la norma con la consultoría subvencionada por el Ayuntamiento de Valladolid a través de la Junta de Castilla y León.

Durante el siguiente curso escolar seguimos implantando la norma para conseguir a finales de ese recorrido la Certificación en ISO 14001: 2004, a través de la Certificadora Británica BM TRADA, siendo el primer Colegio certificado en todos los niveles Educativos: Educación infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato.

Esta certificación no la entendemos como un fin, sino un medio, una oportunidad para reforzar el proceso de enseñanza-aprendizaje de la comunidad educativa y un reconocimiento al esfuerzo realizado. Desde ese momento hasta la actualidad seguimos trabajando para mantener el sello, año tras año, mediante las correspondientes auditorias.

Arturo Ayuso Ramos