Subimos a la cumbre más alta de la península ibérica: el pico Mulhacén. Con una altitud de 3.479 metros, es el pico más alto de la península ibérica, y el segundo de España tras el Teide, de 3.718 metros (Tenerife, Canarias). Forma parte del Parque Nacional de Sierra Nevada y está enclavado en la provincia de Granada.
Salimos del aparcamiento en la zona denominada Hoya del Portillo. La ruta es bastante «sencilla», aunque no está exenta de dureza por su longitud. Hay que pensar que tenemos andar una distancia bastante grande por encima de los 3000 metros de altura sobre el nivel del mar, pudiendo aparecer síntomas del mal de altura si no se está habituado a estas condiciones.
El ascenso comienza en un frondoso bosque de pinos de repoblación, para pronto acabar la vegetación y ascender por un cortafuegos hasta la pista forestal que tomamos hasta llegar al Collado del Alto del Chorrillo (2.700 mts.) desde donde tenemos unas estupendas vistas del valle de Trevelez y las altas cumbres de Sierra Nevada.
Mirando hacia el sur, si las condiciones meteorológicas nos hubieran acompañado podíamos haber contemplado al este, Almería, con su Sierra de Gádor en primer término, alcanzándose hasta las playas de Roquetas de Mar; por el oeste, las provincias de Córdoba y Málaga, desde las Sierras de la Almijara, Tejeda y la nuestra de Alhama, en primer plano, llegando la vista hasta las más remotas serranías de Cabra y Ronda, incluido el Peñón de Gibraltar si afinamos la mirada; y por el sur, tras las sierras de Lújar y de la Contraviesa, nuestro mar Mediterráneo y, tras él, las montañas del Rif, en el norte de África. ¡Una lástima!
Según vamos ascendiendo la vegetación que nos rodea ha ido cambiado, dominando los lastonares (un tipo de graminea) y algunos borreguiles (formaciones de pastizal típicas de Sierra Nevada que crecen a más de 2000 metros de altitud).
Una vez repuestos de estos primeros tramos dejamos la pista y continuamos la ascensión por la loma del pico Mulhacén. Ahora es cuando comienza a hacerse más patente el mal de altura. Por ello, avanzamos bastante despacio y evitar posibles problemas posteriores.
A partir de 2.800 metros nos encontramos vegetación de suelo, cojines de monje y flora endemica de Sierra Nevada. La pista ha dejado paso a un pedregal con las rocas sueltas y grandes neveros que se pasan sin mayor dificultad. Predomina las rocas metamorficas tipo micasquistos, de colores gris oscuro a negro.
En una de las paradas salió a nuestro encuentro un Acentor alpino (Prunella collaris), un pajarito que estuvo pegado a nosotros durante el almuerzo. Es un ave montañera de altas cumbres y único representante de las aves alpinas en Sierra Nevada por encima de 3.300 metros.
También nos encontramos con algunas construcciones de los tiempos de la Guerra Civil Española.
Vista del Veleta que con sus 3394 metros de altura lo hacen uno de los picos más alto de la península ibérica.
Antes de llegar a la cima, nos encontramos el Mulhacen II, antesala de nuestra meta, con el Veleta al fondo. Nos encontramos también grandes zonas nevadas, aunque sin mayor dificultad añadida.
En la cumbre, después de la tremenda satisfacción de haber subido al pico más alto de la península ibérica.
Desde aquí podemos contemplar al Norte, gran parte de la provincia de Jaén y sus sierras de Mágina, Cazorla, alcanzando hasta Sierra Morena.
La vuelta la realizamos por la misma loma y la misma pista forestal hasta llegar de nuevo al aparcamiento.
Una increíble ascensión con los auténticos patas negras de La Senda de Arroyo.
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